Las bellas casas con sus luces y adornos eran un espectáculo para Marito. Él siempre venía de su barrio “El Infiernillo”, hasta el residencial “Andalucía”, para ver lo que llamaba “un pedacito de gloria”. Le encantaba observar como se movían los renos en la casa que tiene un jardín de rosas multicolores. Se escondía entre los árboles para que el vigilante no lo descubriera, mientras veía al Santa Claus que bailaba en la casa de las margaritas. Hoy se durmió entre los lirios, esperando que encendieran las tres mil seiscientas luces del árbol de la casa rosada. El espíritu de la navidad pasó y al verlo, acurrucado de frío, se enterneció tanto que se lo llevó con él.
* Publicado 23 de enero de 2011.
"Marito" participó en el concurso de minicuentos del Club de la Escritura de la Red Xing, que se realizó entre diciembre 2010 y enero 2011. Obtuvo el primer lugar como el más votado. Gracias.
